¿Su cajón más crujiente está lleno de verduras marchitas para ensaladas, frijoles doblados, zanahorias endebles y apio? Aquí le mostramos cómo arreglar su lechuga para que no se desperdicie.
Después de un día en el mercado de agricultores, llegas a casa con tu recompensa, la miras con admiración y la metes rápidamente en el cajón más crujiente de tu refrigerador.
Cinco días después, cuando recuerdas el hermoso manojo de remolacha y la fresca cabeza crujiente de romana que recogiste, regresas a tu refrigerador para mirar con horror el estado triste y empapado en el que se encuentran ahora tus verduras.
De hecho, incluso los cocineros caseros con los menús y estrategias más bien planificados para usar los productos se encuentran, de vez en cuando, con un poco de productos adicionales en sus manos. Y probablemente, debido a que el tiempo pasa rápidamente cuando tiene lechuga fresca en su refrigerador, las hojas que alguna vez fueron hermosas ya no se ven aptas para el consumo.
La buena noticia es que muchas verduras en realidad se pueden revivir con algo que probablemente tenga a mano: agua helada.
Recuerda que puedes combinar este platillo con un rico picadillo, le agregara un toque de carne a tus platillos de la semana.
Aquí hay una guía paso a paso para restaurar las papas blandas o la lechuga coja a su antigua gloria.
Cómo revivir las verduras marchitas
1. Recorta cualquier pieza que no necesites.
Corte todo lo que esté demasiado marchito o que no sea necesario. Las hojas de apio pueden estar demasiado arrugadas para la resurrección, pero los tallos de apio se pueden salvar. Es posible que las hojas de remolacha no sean lo que desea de los racimos de remolacha, así que recortarlas y colocarlas en su pila de compost. Guarda solo lo que quieres revivir.
- Coloque los productos en agua helada.
Para la mayoría de los productos, puede sumergir la comida en un cubo o tazón grande de agua helada. Luego, pon el recipiente con las verduras en la nevera para mantener el agua fresca. Deje que la comida se remoje durante 15 a 30 minutos. Los productos más abundantes, como los tubérculos, pueden necesitar más tiempo o hasta una hora.
Para los alimentos con tallos, como los espárragos, el brócoli y las hierbas, es posible que pueda tratarlos como flores: coloque los extremos de los productos en un frasco de agua y déjelos en remojo. Solo asegúrese de recortar un poco los extremos para abrir las celdas. Es posible que tenga que dejarlos en remojo un poco más, pero ahorrará agua.
3. Secado a palmaditas.
Es posible que deba enjuagar los alimentos con agua corriente fría para eliminar cualquier arenilla o suciedad restante. Luego, envuelva la verdura en toallas absorbentes para absorber el exceso de agua. Seque bien las hojas individuales de lechuga y verduras.
4. Úsalo como lo harías normalmente.
La mayoría de los productos revividos se pueden usar tal como lo había planeado. Puede encontrar que algunos de los productos tienen más agua de lo normal, pero esto no afectará el sabor. De hecho, incluso cuando el agua se evapora de los alimentos, los nutrientes y elementos que son responsables del sabor permanecen. Los productos revividos tendrán un sabor casi idéntico al de los alimentos frescos del campo.
Si desea revivir los productos y guardarlos para más tarde, debe secarlos mucho después del baño de agua. El agua es un caldo de cultivo para las bacterias, y su comida fresca puede terminar pudriéndose antes de que pueda regresar a ella. Use cualquier producto revivido dentro de los dos días para evitar el deterioro.
¿Cómo funciona?
El agua es esencial para el crecimiento, la textura y la vitalidad de los vegetales. De hecho, la mayoría de las verduras son más del 80 por ciento de agua en peso. Cuando se cosechan, las verduras tienen un suministro limitado de agua. Cuando esa agua se ha ido, las células de los vegetales comienzan a colapsar.
Si coloca los productos marchitos en agua helada, las células pueden comenzar a absorber agua y reponer las células resecas. No toma mucho tiempo, y te ayudará a guardar gran parte de los productos tristes y empapados que han languidecido demasiado tiempo en tu cajón más crujiente.
¿Qué verduras se pueden revivir con esta técnica?
Las verduras abundantes como las zanahorias, las remolachas y las papas funcionan bien con la técnica de revitalización del agua. También puede usarlo con verduras de hoja verde como lechuga, espinacas, acelgas, col rizada e incluso hierbas. Los espárragos y el brócoli también funcionarán.
Con lo que es poco probable que trabaje son verduras y productos que se pudren rápidamente en lugar de arrugarse. Estos incluyen calabacín, calabaza, calabaza y tomates.
En caso de duda, puede intentar revivir la comida con un baño de agua helada. Si la textura empeora o no mejora, puede descartarlo para necesidades futuras.
¿Cuándo no funcionará?
Si encuentra comida que está cerca de pudrirse o que muestra signos de podredumbre, ha llegado a un punto de no retorno. Los productos que también están descoloridos o cubiertos de manchas oscuras también probablemente hayan desaparecido demasiado. Otros signos obvios de descomposición incluyen textura viscosa, crecimiento de moho y porciones licuadas. Estos alimentos deben ser desechados o, mejor aún, llevados a su pila de compost.
Cómo almacenar verduras para mantenerlas lo más frescas y crujientes posible
El almacenamiento inadecuado conduce a verduras marchitas, y las verduras marchitas desperdician rápidamente su dinero. De hecho, los estadounidenses tiran 150,000 toneladas de alimentos todos los días, es decir, casi 1 libra por adulto estadounidense, y gran parte de ese desperdicio se compone de frutas y verduras que ya no son frescas.
Si almacena adecuadamente las verduras tan pronto como las traiga a su hogar, es menos probable que necesite revivirlas con agua. En su lugar, tendrá alimentos hidratados y saludables por más tiempo.
Para las verduras de hoja verde y la lechuga, envuelva las hojas en una toalla absorbente y coloquelas en una bolsa de plástico para protegerse. Las toallas absorberán la humedad y evitarán un rápido deterioro.
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Puede almacenar zanahorias, espárragos, brócoli y alimentos similares en su cajón crujiente. Los refrigeradores más nuevos a menudo permiten cierto nivel de control de humedad ajustable. Aumenta la humedad, si puedes, para evitar la evaporación. Planee usar el alimento dentro de los cuatro días.
Las papas deben almacenarse a temperatura ambiente en un ambiente seco para evitar que la humedad las empape. Coloque los bulbos de remolacha en una bolsa con cremallera y refrigere hasta por una semana.
Si está almacenando hierbas en su refrigerador, puede humedecer una toalla de papel y envolverla suavemente alrededor de los extremos de las hierbas. Coloque el paquete de hierbas en una bolsa de plástico y refrigere hasta por una semana. Revise la toalla después de dos días. Agregue más agua si está seca.
