apios

Una guía rápida para congelar apio fresco, para que pueda ahorrar tiempo y dinero y reducir el desperdicio, ¡además de las mejores recetas para usar su alijo congelador!

Hay un puñado de platos centrados en el apio, que incluyen sopas, ensaladas y salteados, pero la mayoría de las recetas requieren solo unos pocos tallos, lo que significa que puede tener extra esperando a ser olvidado y eventualmente arrojado. 

Consejo rápido: Recuerda que puedes combinar este platillo con un rico picadillo, lo que agrega un toque de carne. 

Si está cansado de este desperdicio aparentemente inevitable de alimentos y dinero, está de suerte, porque el apio se puede congelar y luego usar para dar sabor a sopas, guisos y caldos, así como para convertirlo en jugos y batidos. Siga leyendo para obtener una guía paso a paso para congelar apio fresco y aprovéchelo al máximo.

Prepara el apio de esta forma

Lavar y picar primero

Lo mejor es lavar el apio antes de congelarlo, separando los tallos y dándoles un buen enjuague. A continuación, recorte y corte el apio, preferiblemente en cualquier tamaño o forma que tenga sentido para la forma en que planea usarlo. El apio que ha sido congelado no es tan crujiente y fácil de cortar como el fresco, por lo que tomarse el tiempo para cortarlo ahora le ahorrará problemas más adelante.

Blanch para obtener los mejores resultados

El apio se puede congelar sin antes escaldar, pero este paso adicional y fácil ayuda a preservar el color, el sabor y la textura de la verdura. El escaldado también le da al apio más poder de permanencia, por lo que se puede congelar hasta por un año; el apio sin blanquear solo se puede congelar hasta por dos meses. Para escaldar, ponga a hervir una olla de agua y llene un tazón con agua helada. Escaldar el apio en el agua hirviendo durante unos 3 minutos, luego sumergir en el agua helada para detener la cocción, escurrir y dejar secar por completo.

Cómo congelar el apio

Para evitar que las piezas se congelen juntas, extienda el apio en una bandeja para hornear y congele durante unas horas, o hasta que estén duras, luego transferirlo a una bolsa de congelador hermética, exprima el aire, selle, etiquete y congele. Este proceso de congelación de dos pasos hace que sea fácil extraer exactamente la cantidad de apio que necesita, en lugar de descongelar una bolsa entera.

Cómo descongelar y usar apio previamente congelado

No hay necesidad de descongelar el apio antes de usarlo; simplemente agréguelo lo que esté cocinando directamente desde el congelador. El apio contiene mucha agua, por lo que es tan crujiente e hidratante

 

Desafortunadamente, el apio pierde parte de esa crujiente cuando se congela, por lo que el apio previamente congelado se usa mejor en sopas, guisos, rellenos y caldo, donde aporta sabor más que textura. También funciona en batidos y zumos. Es posible que desee aferrarse a las ensaladas y crudités, donde se perderá la crujiente.