Hay muchas costumbres únicas asociadas con la temporada navideña, incluidas los alimentos festivos como el ponche navideño. Esta bebida festiva se produce hirviendo frutas y especias sobre un quemador caliente. Es un ponche de frutas caliente. A veces también se puede agregar brandy o tequila.
Es una bebida ideal para compartir junto con las recetas navideñas de la temporada, crea un delicioso y cálido contraste con los platillos típicos de la cena de Nochebuena. Siga leyendo para obtener más información sobre el ponche navideño, incluido cómo se hace y de dónde proviene.
¿Qué es el ponche navideño?
La temporada navideña está llena de costumbres únicas, como la alegría. El ponche navideño se sirve en una taza caliente, en su elaboración se utilizan frutas de la temporada como tejocotes, como manzanas, ciruelas pasas, guayabas, vainas de tamarindo, caña de azúcar y piloncillo o azúcar morena. Además, se puede hacer una versión alcohólica de esta bebida de celebración agregando brandy o tequila.
El ponche navideño se puede servir de inmediato, pero después de enfriarlo en un tarro durante unos días, realmente se vuelve más rico. Los sabores se vuelven más intensos cuanto más tiempo se deja reposar la bebida.
El alto contenido de frutas en el ponche navideño lo llena de vitaminas A, B y C, lo que significa que la bebida da un fuerte impulso al sistema inmunológico.
Historia del Ponche Navideño
Hay más de 100 recetas diferentes de ponche navideño en todo México, todas variaciones de ponche de frutas caliente mezclado con especias. Todas estas recetas se relacionan con el ponche traído a México por los españoles, luego mezclado con frutas y tradiciones nativas mexicanas.
La tradición del ponche español se remonta al comercio con India cuando su versión del ponche fue traída a Europa por primera vez. Este ponche se preparaba con vino de palma, azúcar, limón y té, cocidos a fuego lento para hacer una bebida caliente y aromática.
Los españoles adaptaron esta bebida, que luego se adaptó aún más cuando la trajeron a México en el siglo XVII. Los españoles trajeron la tradición del ponche navideño junto con la tradición de celebrar las posadas.
Aquella celebración es un momento en que la gente celebra la historia bíblica de María y José, específicamente cómo buscaron un lugar para descansar mientras María estaba embarazada. Cada noche representa un mes del embarazo de María.
Según la tradición, los cantantes de villancicos van de casa en casa preguntando si pueden quedarse en las casas de las personas y se les niega la entrada hasta que llegan a una casa designada.
Aquí comienza la fiesta y se sirve ponche navideño junto con tortas de guisado como los romeritos, tamales y otras comidas festivas. Se saca una piñata con siete púas que representan los siete pecados capitales para que los niños disfruten.
