Muchos papás se enfrentan al, en ocasiones difícil, reto de conseguir que sus hijos coman todo lo que se les sirva en el plato; pues suelen encontrarse con un obstáculo principal: que algo de lo que hay en su plato no les gusta.
Si te encuentras en esta situación o quieres evitarla, ¡te recomendamos darles a probar los siguientes platillos a tus hijos la siguiente vez! Suelen ser muy populares entre los niños por sus sabores deliciosos y ligeros, además de sus texturas agradables.
Sopa tortellini
No creerás lo sabrosa que es esta olla de sopa hasta que la pruebes. Lleno de salchicha italiana, tortellini, tomates, col rizada y un toque de crema para una buena medida. Piensa en la bisque de tomate y en un zuppa toscano.
Es una comida que tus amigos y familiares pedirán una y otra vez, por lo que también podrías archivar esta receta y convertirla en su sopa de otoño característica. Quiero decir, todos queremos ser famosos por algo, ¿verdad?
Pollos asados
¿Podemos hablar por un segundo sobre cuántas cenas fáciles puede hacer un pollo asado? Demasiadas. No eres menos cocinero casero por confiar en el atajo ocasional, y el pollo entero cocido es uno de los mejores atajos de todos los tiempos.
Si no terminas usando todo el pollo para esta sopa, puedes usar las sobras en una ensalada rápida de pollo para los almuerzos escolares, o guarda algo para la cena de mañana por la noche (quesadilla de pollo, ¿alguien?).
Pero nos desviamos. Entiendes la idea: los pollos asados son geniales. No salgas de la tienda sin uno.
Sopa de tortilla
Condimentada, pero no necesariamente picante, la sopa de tortilla es una sopa de pollo mexicana simple y sabrosa tradicionalmente aromatizada con tomates, ajo, cebollas y chiles.
Si bien nuestra versión puede no calificar como la receta de sopa de tortilla más auténtica de la historia, sabemos con certeza que es la más amigable entre semana. Nuestra receta combina un gran sabor y un esfuerzo mínimo gracias a estos 3 ingredientes superestrella que merecen un lugar en su lista de compras cada vez:
- Una lata de tomates asados al fuego. ¡La palabra clave aquí es “asado”! Añade mucha profundidad a nuestra base de sopa.
- Una lata de salsa enchilada. Este alimento básico de despensa subestimado agrega más de ese rico sabor ahumado y tostado: mucha complejidad, cero esfuerzo.
- Un pollo asado comprado en la tienda. Un gran ahorro de tiempo que le da otra capa de sabor a fuego y humo a la sopa de tortilla.
Estos tres ingredientes, además de las tortillas o totopos que uses para la sopa, harán que tus pequeños se terminen hasta la última gota.