personas bailando

Bailar es una forma de cardio, por lo que es una excelente manera de mantenerse activo mientras se divierte.

Un nuevo estudio en Scientific Reports encontró que escuchar música que te hace querer bailar puede apoyar la función ejecutiva, tus procesos mentales más básicos, y la actividad cerebral asociada. Solo hay una advertencia: la música en cuestión debe ser música que conozcas y disfrutes, ya sea funk, disco, rock o pop. 

Consejo rápido: Ahora puedes incluir un jugo verde en tu dieta y acompañarlo con tu vida diaria. Esto te ayudará a tener un balance.

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Los investigadores dos, dependiendo de su gusto, pero generalmente la música se centraron en “la música que provoca una sensación de groove”, que el estudio describe como canciones que te hacen “querer pasar a la música”. Eso podría ser diferente para to con ritmo sencillo y componentes de baja frecuencia, como una línea de bajo fuerte, es más probable que evoque un groove. Los investigadores señalaron que estudios previos en 2013 y 2014 sugirieron que escuchar dicha música rítmica puede ayudar a mejorar las habilidades físicas de las personas con enfermedad de Parkinson.

Para probar el efecto de la música Groove en la cognición, los investigadores reunieron a un grupo de 51 adultos jóvenes, su edad promedio era de alrededor de 20 años, y midieron la actividad en la corteza prefrontal dorsolateral de sus cerebros (l-DLPFC), que se asocia con la función ejecutiva. Los investigadores midieron la actividad cerebral en los participantes mientras escuchaban tres minutos de música groove o tres minutos de un metrónomo de ruido blanco. Los participantes también tomaron la prueba Stroop, un juego de coincidencia de 

Los investigadores anotaron que este estudio también se suma a la evidencia de que escuchar una canción favorita puede ser excelente para su noggin, ya que aquellos que sintieron un ritmo y ya estaban familiarizados con la canción experimentaron el efecto más positivo en la actividad cerebral y el rendimiento en la prueba de Stroop. Mientras tanto, aquellos que no sentían un ritmo y no estaban familiarizados con la canción no experimentaron ningún efecto (o incluso un efecto negativo) en su actividad cerebral y rendimiento de prueba.

La conclusión

Una nueva investigación en Scientific Reports tiene buenas noticias para todas las reinas del baile: escuchar música que te haga querer bailar puede mejorar tus habilidades cognitivas. Un pequeño estudio de 51 personas en Japón encontró que las personas que escuchaban “música groove”, es decir, música con un ritmo bailable, probablemente se desempeñaron mejor en una prueba de función ejecutiva que aquellos que simplemente escuchaban un metrónomo sin música, especialmente si ya conocían la canción. Se necesita más investigación para confirmar estos hallazgos, pero poner una canción favorita y bailar alrededor de la cocina nunca es una mala idea, especialmente porque el ejercicio aeróbico puede ayudar a reducir el riesgo de demencia.